Eros (en la mitología romana Cupido o El Dios del Amor) era el dios del amor aunque en la actualidad se le conoce más con su nombre romano Cupido. Al principio se decía que era hijo de Caos y que encarnaba la armonía y la creatividad pero luego se concibió como el hijo de Afrodita y se le vio como un apasionado joven que siempre estaba acompañado por Poto o Hímero (el deseo). Se le representa como un joven alado, ligero, bello, con los ojos vendados y con un arco de plata y flechas con los que iba enamorando a los dioses y hombres con los que se topaba. Los romanos lo transformaron en un niño pero con los mismos atributos que se dedicaba a hacer una travesura tras otra alrededor de los dioses del Olimpo. Eros acababa de nacer cuando Zeus, conocedor de sus capacidades como seductor y mentiroso, además de maligno, ordenó a Afrodita que le hiciese desaparecer. Ésta, le ocultó en lo más profundo de los bosques y fue amamantado por leones y tigres. Cuando creció construyó un arco de fresno y con madera de ciprés construyó sus peligrosas flechas entrenándose con ella disparando a los animales. Uno de los episodios de amor más bellos de toda la mitología clásica se dio entre Eros y Psique, hija de un rey de Asia. Eros tenía un hermano gemelo: Anteros.